lunes, 16 de marzo de 2009

¿Qué hago aquí?


Muchos de los que seguís mi blog me preguntáis que qué hago aquí en la Guayana Francesa, y la verdad es que por los post que pongo, que son la mayoría para contar mis vacaciones, puede dar la impresión de que estoy siempre de vacaciones, pero no, no es así, tengo un trabajo: soy asistente de español ¿qué es un asistente de español? Pues un asistente de español trabaja con el profesor de español de instituto, en teoría tenemos que trabajar con una mitad de la clase, máximo 15 alumnos, ¿y qué hacemos? Pues nuestra misión es hacer hablar a los alumnos en español y enseñarles cosas de nuestra cultura. Trabajamos 12 horas por semana y no nos pagan nada mal para las horas que trabajamos. La verdad es que son pocas horas y tenemos mucho tiempo libre, pero por otro lado, os aseguro que dependiendo del grupo de alumnos que te toque las horas pueden ser más o menos estresantes. ¿que cómo acabé aquí? Bueno pues después de estar 8 meses pidiendo becas y buscando trabajo infructuosamente, una mañana me llamó alguien de Francia y me preguntó si quería ir a la Guayana Francesa a trabajar como asistente de español, como no tenía nada mejor que hacer me decidí a venir aquí y, por el momento, aunque me han pasado cosas buenas y malas, no me arrepiento para nada de haber venido, es más, es una experiencia que recomiendo a cualquiera que tenga ganas de aventura y de ganar experiencia como profesor.

El programa en concreto por el que estoy aquí se llama “auxiliares de conversación” y se solicita a través del Ministerio de Educación, los requisitos cambian en función del país que se solicite, el principal es ser español, luego, la mayoría de países piden filólogos, traductores o maestros de primaria de lengua extranjera. En mi caso, Francia y Bélgica admiten licenciados con el CAP que acrediten que conocen la lengua del país de destino. No hay mucha gente que quiera venir a la Guayana como asistente, de hecho somos sólo 3 asistentes de español en toda la Guayana y faltan puestos por cubrir, así que si pedís venir aquí, probablemente podáis conseguir un puesto. Yo, es probable que renueve mi contrato.


¿Qué tal son los alumnos?

Pues depende de la ciudad en la que te encuentres cambia bastante el origen de los alumnos, en Cayena predominan los créoles y los brasileños, en Saint Laurent mis alumnos son 99% bushinenges y amerindios, y en Kourou pues hay un poco de todo y más blancos que en otros sitios.


Suelen portarse bien y respetan al profesor, aunque son bastante revoltosos, pero también divertidos, participativos y ocurrentes. Entre ellos si que son algo más malos, sobre todo entre los bushinenge veo que abundan más las peleas. Los amerindios son más callados, pero la división étnica que impera en la Guayana sigue presente en las aulas, la relación es algo fría entre bushinenge y amerindios. Curiosamente la mayoría de amerindios hablan taki taki (el idioma de los bushinenge), pero los bushinenge no hablan idiomas amerindios. Los episodios de violencia son frecuentes entre alumnos, y también me comentan que incluso hay problemas de alcoholismo. El año pasado sin ir más lejos, un robo de un móvil de un alumno a otro (uno bushinenge y el otro amerindio) acabó en una reyerta con un alumno muerto.

En total tendré unos 500 alumnos, así que cada 2 por 3 me encuentro algún alumno por la calle o escucho Holaaaaaaa o Buenos días. La mayor dificultad con la que me encuentro a la hora de dar clase es que los asistentes tenemos que hablar todo el tiempo en español, aunque es inevitable hablar a veces en francés para que la clase avance, porque ellos se cansan de hacer el esfuerzo de intentar entenderte y tu de intentar explicarte. Además para ellos el francés no es su lengua materna, por lo que muchos no lo dominan bien y tienen muchas faltas (yo también).


¿Cómo está la educación en la Guayana Francesa?

Uno de los institutos en los que trabajo es el que tiene la nota media más baja de toda Francia, el fracaso escolar es alto en general, yo creo que debido a varios factores: en primer lugar sus culturas no perciben el ir al colegio como algo importante, lo que hace que muchos padres no valoren la educación que recibe su hijo y les hagan trabajar cuando vuelven a casa. En segundo lugar hay un gran número de embarazos precoces. Si ya de por si, tanto bushinenges como amerindios, suelen tener un gran número de hijos, las ayudas sociales que da Francia por cada hijo hacen que tener hijos se convierta en un trabajo para muchos, esto, sumado a los embarazos precoces hace que muchos alumnos/as pierdan interés en ir al instituto y se dediquen a tener hijos. Para que os hagáis una idea, Saint Laurent tiene el índice de natalidad más alto de Europa.Y en tercer lugar pues hay una gran falta tanto de medios como de personal y la mayoría de profesores tienen contratos temporales. Se hacen esfuerzos por mejorar la situación de la educación en la Guayana, pero parece que son insuficientes.

De todas forma, poco a poco, dentro de 2 o tres generaciones creo que la situación cambiará bastante, ya que la mayoría de alumnos perciben cada vez más, como algo importante, el hecho de recibir una formación, y esto es algo que transmitirán a sus hijos. Lo cierto es que incluso en el “peor” instituto de Francia hay alumnos muy válidos que espero consigan encontrar la motivación para continuar estudiando, ya que unos de los principales problemas de la Guayana es la falta de guayaneses con estudios, y esto es para mí algo indispensable para que una sociedad madure, porque la sociedad francoguayanesa, es, ahora mismo, una sociedad inmadura y dividida, con escasa comunión entre sus etnias. Pero todo esto ha de cambiar poco a poco, y ahí la educación juega un papel muy importante. Así que mientras esté aquí espero poder aportar mi granito de arena para mejorar en lo que pueda la educación aquí y que mi presencia sirva a los alumnos para mejorar en algo, por lo menos en español.

Perdonad el “rollaco” que he soltado, pero es que hay cosas que pasan aquí que realmente te enfadan (ya seguiré quejándome)

viernes, 13 de marzo de 2009

Vacaciones en Brasil

Aquí en la Guayana Francesa tenemos 2 semanas de vacaciones por Carnaval, no tenía mucho dinero así que no sabía que hacer para vacaciones, ni donde ir. Un grupo de asistentes se iba al carnaval de Trinidad y Tobago, pero como ya estuve en la anteriores vacaciones y era caro no fuí con ellos, así que decidí ir a Cayenne a ver el desfile final de Carnaval y pasar un par de días en casa de Laura, la assistant de español de Cayenne que no se iba a ningún sitio porque se ha comprado un coche y estaba pobre.

En otro orden de cosas me contactó una chica de Elche que se llama Isabel, yo no la conocía pero tenemos un amigo en común y encima es vecina de mi amigo Pedro del instituto. Pues Isabel iba a ir a Brasil y luego quería venir a la Guayana a buscar trabajo, así que estuvo unos días en mi casa, hasta que fuimos a Cayenne para que fuera hablar al rectorado, a ver si le daban algún trabajo (por el momento no ha sido posible). A partir de ahí se quedó en casa de Laura y ahí sigue de momento. Pero estuvo bien tener a alguien de Elche por aquí y poder hablar de cosas que con nadie más de aquí puedo hablar.

Bueno, sigo con las vacaciones, Lorena y Daniella (asistentes de español y de portugués en Kourou), fueron a Cayenne y se iban a Brasil de vacaciones, a casa de Daniella, así que me acoplé y fui con ellas, aunque se me olvidó el pasaporte en Saint Laurent y fui ilegalmente a Brasil.

Para ir a Brasil desde Cayenne hay que coger un taxico hasta Saint Georges del Oyapock, vale 40€ y tarda 3 horas. Una vez en Saint Georges, tienes que coger una piragua para cruzar el río Oyapock que te lleva a Oiapoque, ¡y ya estás en Brasil! Pero nuestro destino final era la ciudad de Daniela: Macapá, capital del estado de Amapá, y eso queda a 12 horas de bus. El bus vale unos 20€ al cambio, y tarda tantas horas porque va por una carretera de tierra y además en la estación de lluvias está bastante chunga. Después de 2 horas y media, el bus para a cenar, fué ahí cuando me di cuenta de que Brasil me iba a encantar, descubrí los restaurantes llamados “kilos”, tu coges un plato, te lo llenas de lo que quieras del buffet y luego lo pesas en una báscula, yo me emocioné cuando vi que mi montaña de salchichas, chuletas y filetes a la brasa más una coca cola costaba solamente unos 3 € al cambio. Después del coñazo de viaje en el que es imposible dormir porque el bus pega muchísimos botes, llegamos a Macapá, y cogimos un taxi hasta casa de Daniella, que no le había dicho a su familia que iba y quería darles una sorpresa.

La familia de Daniella es un encanto y nos trataron increíblemente bien. Las distancias en Macapá son bastante grandes de un sitio a otro, ya que tiene 300.000 habitantes y son todo casas de planta baja, así que la ciudad es muy extensa. Hay que agradecerle al padre de Daniella que nos llevara por aquí y por allá.

Me sorprendió el precio de la gasolina en Brasil, que al cambio cuesta casi 1€ el litro, no entiendo como puede costar tanto siendo Brasil un país productor, el diesel cuesta un poco menos, pero sigue siendo caro y sigo sin entender cómo puede costar tanto siendo Brasil el segundo productor mundial de Bioetanol. Además el padre de Daniella que es mecánico me contaba que en Brasil no venden coches diesel, sólo vehículos industriales y de trabajo, no lo entiendo.

El día que llegamos era el último día de Carnaval, yo esperaba ver brasileñas ligeras de ropa bailando samba, pero eso ya había pasado, el último día de carnaval es el día en que los hombres se visten de mujer, así que estaba todo lleno de tíos travestidos...

Macapá es una ciudad bonita, tiene cosas guays para ver. Tiene una fortaleza que construyeron los portugueses a orillas del Amazonas, por la zona de la Fortaleza hay una especie de paseo marítimo que da al Amazonas y donde hay bares, restaurantes y discotecas. Tiene su gracia comer, cenar o tomarte algo mientras ves el Amazonas o símplemente pasear.

También es una de las pocas ciudades del mundo por donde pasa la linea de ecuador, y hay un monumento con una placa que dice “sienta la sensación de estar al mismo tiempo en dos hemisferios” y como sensación pues... no te magnetizas ni te da superpoderes ni nada, pero está claro que hay que hacerse una foto con un pie en cada hemisferio. De hecho al lado del monumento hay un estadio que tiene la linea de ecuador por centro del campo, así que cada equipo juega una mitad en un hemisferio, tiene su gracia.

Para ir de compras no está mal, sobre todo si quieres comprarte chanclas, Brasil es el país de las chanclas. En cuanto a la ropa de tío, no vi los precios excesivamente caros, pero tampoco baratos, la ropa de tía si que era más barata, las chicas se compraron unos 40.000 bikinis.

El padre de Daniela nos llevo un día a un pueblo que se llama Curiaú, donde me dijeron que sólo puedes vivir si eres negro, ya que fue un pueblo fundado por esclavos, aunque imagino que será una ley no escrita. Por el pueblo pasa un río pequeñito que también se llama Curiaú, que es una afluente del amazonas. El río es precioso (pongo foto)y tiene una zona para bañarse donde hay bares que está genial; beberse una caipiriña mientras te bañas en el amazonas es mejor que tener un pié en cada hemisferio. Y en ese sitio descubrí uno de los mejores inventos de la historia después de la rueda e Internet: “o Moço dos Quejinhos” un tío que va con su barbacoa portátil por ahí, y vende pinchos de queso, ¡que jefe! Tu le dices “moço” y él viene y te pregunta cuantos pinchos quieres, tu se lo dices y él te los hace, ¡y cada pincho vale 1 real (0,33€)! Así si, y hay varios por toda la ciudad, no sólo uno.

Luego salimos de fiesta una noche y el ambiente me gustó bastante. La verdad es que había oído cosas malas sobre Brasil, que era peligroso y había que llevar mucho cuidado, a mi me dió la impresión contraria, me sentí seguro todo el tiempo y los brasileños me parecieron gente muy amable, educada y acogedora (sobre todo las brasileñas). Imagino que como en todas partes habrá sitios peligrosos, pero sinceramente la Guayana Francesa me parece más peligrosa, igual es porque la conozco más que Brasil, aunque tampoco creo que pueda generalizar, seguro que las favelas de Sao Paulo son bastante chungas.

Así que resumiendo:

Cosas buenas: la carne, los precios de las cosas, las caipirinhas, las brasileñas, beberse un coco mirando el Amazonas.

Cosas Malas: La canción de Son de amores de Andy y Lucas está de moda en versión brega (la brega es un tipo de música brasileña)

PD: espero poder volver en las vacaciones de abril.