jueves, 9 de octubre de 2008

Cuando las bicicletas vienen de Surinam…

El sábado fui a Albina con Virginie (ilegalmente una vez más), para los que no os acordéis Albina es el pueblo de enfrente de Saint Laurent que está en Surinam, en la otra orilla del Maroni (pongo foto de Albina). Necesitaba comprar una bicicleta y en Saint Laurent la más barata cuesta 200 euros, lo que es excesivo para mi presupuesto. En Albina cuestan la mitad más o menos. Esta vez cogimos la piragua en el Village Chinois (la zona chunga), nuestro piragüero de esta vez era majo, se llama Ono, y nos acompañó a hacer las compras en Albina, después de mirar varias tiendas nos decidimos finalmente por un par de bicis y Ono nos ayudó a negociar un descuento por comprar dos bicis, al final cerramos el trato con los chinos de la tienda bebiendo unos refrescantes vasos de Sprite, y cada bici nos salió por 96 € (pongo foto de las bicis en la piragua). También habíamos ido para buscar ácido bórico para las hormigas y lo encontramos, pero con el lío de las bicis se nos olvidó cogerlo, menos mal que Ono lo había robado para nosotros.

A primera vista, ya se ve que la peor bici del Decathlon le da mil patadas a estas, pero bueno, necesitaba un medio de transporte. Ya me habían advertido sobre la calidad de las bicis surinamesas, y el primer día ya le tuve que cambiar una rueda y los pedales, 16€ más gastados. También me compré en Albina un reloj, el Casio de toda la vida que teníamos todos en el colegio.


Ono nos dijo que si queríamos cualquier droga que se lo dijéramos. Saint Laurent es uno de los mayores puntos de entrada de droga en Europa, y en consecuencia la droga es muy barata, más de un cocainómano se vendría para aquí si supiera que aquí vale 5 € el gramo de coca.

Bueno, el caso es que odio mi bici, cruje, hace ruidos raros, el sillín es una piedra y en general creo que la bici es demasiado pequeña para mí. Igual se la vendo a alguien en cobrar y me compro una mejor.

Manococo

El otro día fui a una cena de profesores con los otros “assistants” de Saint Laurent (de inglés y de holandés) En la cena me lo pasé bien, conocí a varios profesores y estuvimos xarrando, un profesor de Marsella decía que no me hablaba porque era español y el At. Madrid había ganado al Olympic en Champions, y según él el partido había sido un robo. Bueno, pues eso, la cena bien, pero después de la cena fuimos al Manococo, la única discoteca de Saint Laurent, y ahí ya no tan bien. Yo llevaba unos piratas y no me dejaban entrar, se ve que el requisito para entrar es llevar pantalones largos, luego da igual que lleves unas nike muelles amarillo fosforito y una camiseta de propaganda. Sin duda todo un ejemplo de clase. Bueno el caso es que los demás profesores no lograron convencer al dueño de que me dejara entrar así, pero el dueño decidió traerme unos pantalones largos de su casa, yo me cambié, pero no me sentía excesivamente cómodo llevando los pantalones de otro y además el tipo me suelta “no se te ocurra irte con los pantalones” yo le dije que no quería sus pantalones para nada, y la verdad es que me molestó bastante ese comentario; así que al poco tiempo me quité sus pantalones, me puse mis piratas (que eran Pepe Jeans además) y fui a casa a ponerme unos vaqueros. Luego volví al Manococo; la entrada para las chicas es gratis, pero para los tíos son 10 euros los viernes y 16 los sábados.

Lo que uno espera de una discoteca que se llame Manococo y que está en el Caribe es que sea al aire libre y pongan salsa y música caribeña, pero no, el Manococo es un lugar cerrado con el aire acondicionado al mil y estéticamente, un híbrido entre un puticlub y un karaoke, todo ello ambientado a su vez en los 70, la música q
ue ponen es una especie de música disco extraña. Además no se puede fumar (lo que los no fumadores agradecemos) pero tampoco se puede bailar con tu bebida, esto me chocó particularmente, se ve que los franceses no son como Capdevila y se les caen las copas al bailar. En fin, el Manococo es un antro al que tocará volver tarde o temprano, ya que es la única alternativa que hay aquí, para desgracia de todos.

viernes, 3 de octubre de 2008

Mi casa

Mi casa está en el Centro de Saint Laurent, por un lado esto es bueno porque tengo todas las tiendas a mano, pero por otro es malo porque el centro de Saint Laurent se cae a trozos y no hacen nada por arreglarlo y hay varios “crackeurs” (yonkis del crack) pululando por aquí, que, aunque no son violentos, si que son pesados.

Como podéis ver en las fotos, esta es la vista desde la ventana del comedor de mi casa, y si, aunque parezca un poblado chabolista es el centro.

Casi todos los vecinos de mi edificio son chinos, lo que me han dicho que es bueno, porque nadie roba a los chinos aquí, ya que si los chinos pillan a un ladrón, pobre de él. Esto mismo pasa en los barrios amerindios, pero además estos tienen puertas y ventanas abiertas todo el tiempo y se dice que si cogen a un ladrón, lo hacen desaparecer por completo. Esto se agradece, ya que en Saint Laurent los robos en casas son bastante frecuentes.

Lo que parecen no haber entendido aquí es el concepto de limpieza de la comunidad, las zonas comunes de mi edificio están bastante guarras y no voy a ser yo el tontín que se ponga a limpiarlas.

Lo que es la casa en si no está mal para ser Saint Laurent, está más o menos reformada, tiene un comedor-cocina grande, una habitación muy grande y otra bastante más pequeña (la mía es la grande, aunque dentro de 3 meses igual intercambiamos las habitaciones) Luego tiene un cuarto de baño pequeño que se inunda cada vez que nos duchamos, ya que el plato de la ducha no está bien sellado con silicona.

Lo peor sin duda son la cantidad de bichos que hay aquí:

1 Los mosquitos: sin duda todo un fastidio, y no son grandes y ruidosos como los de allí son pequeños y silenciosos. Dicen que es una de las razones por las que no hay mucho turismo en la Guayana Francesa, eso y que el mar es marron. Desde que compré unas espirales antimosquitos tipo incienso, no los he vuelto a sufrir en casa.

2 Las lagartijas: hay unas lagartijas casi transparentes, no hacen nada, a parte de corretear a sus anchas. El otro día me desperté con una correteándome por encima.

3 Las cucarachas: son rojas y grandes y hay bastantes, me hace gracia el nombre en francés “Cafards” mi compañera de piso las odia, huye cuando ve una, y claro me toca hacer los trabajos “de hombre” matarlas.

4 Las ratas: hasta ayer no había visto pero ayer al volver a casa vi una en el rellano (donde está el contenedor de basura), se lo dije a mi compañera y ya no quiere bajar la basura, las ratas le dan pánico.

5 Las abejispas: las llamo así porque no se si son abejas o avispas, lo que si que son es 2 veces más grandes que las de allí, tienen colmenas por toda la fachada del edificio. Por lo menos no son nada agresivas, incluso hacen visitas a la casa y nos llevamos bien, lo que no se es si esas visitas son para buscar un emplazamiento para una nueva colmena, en cuyo caso, nos llevaremos mal.

6 Las mariposas de noche (palometas o polillas): Aquí las palometas son PALOMONES, a veces tan grandes como la palma de la mano, por las noches suelen entrar y empezar a darse ostias contra todo. Luego hay unas triangulares que no son tan grandes y que tienen un polvo urticante que causa la papillonitis, una erupción cutánea que es bastante molesta según me han dicho.

7 Las ranas: son transparentes como las lagartijas y en el centro no hay casi, pero los que viven en casas en las afueras tienen bastantes y no paran de croar por la noche y se cuelan hasta en la ducha, además pueden andar por las paredes como las lagartijas.

8 Las hormigas: para mi el peor de todos, un total incordio, todos los días mato cientos, pero vuelven, siempre vuelven, además en mi casa tengo 3 tipos de hormigas, las negras pequeñitas de toda la vida, unas que son amarillo transparente que son más grandes y unas que son pequeñas y mitad amarillo transparente mitad negras, estas últimas son las que más asco dan, a ver si encuentro un producto que acabe con ellas definitivamente, porque estamos realmente hartos de las hormigas.

Estos son más del entorno urbano, en el campo hay más bichos raros.

Y bueno, cambiando de tema, ayer fui a mi primera clase como observador, y tela con los chavales, no se están quietos nunca, a la profesora la llevan loca “madame, madame!” todo el tiempo, se levantan cuando quieren, se pegan, cogen y se van de la clase, buf, la que me espera con los del college 4! Hoy voy a una cena de profesores del college 3. Ya veremos que tal.

El miércoles fui a Cayena a firmar varios papeles, es un coñazo ir a Cayena, 3 horas de ida y 3 de vuelta por una carretera que da pena. Pero bueno conocí a los demás asistentes de otras ciudades y también a los de Saint Laurent. No vi demasiado de Cayena, pero me pareció bastante fea, le daremos una segunda oportunidad, aunque me gusta más Saint Laurent. Mañana iré otra vez a Surinam, a ver si consigo por fin comprarme una bici, que falta me va a hacer para moverme por aquí. Si, entraré ilegalmente, aunque si que quiero sacarme el visado para un año, para poder ir a Paramaribo y hacer compras en Albina más a menudo. Espero no tener problemas.